El mango es una de las frutas más apreciadas por los consumidores europeos lo que ha llevado a ser uno de los cultivos con más futuro en la costa malagueña y granadina.
En el último año, la superficie aproximada de cultivo de mango, concentrada en la provincia de Málaga, alcanza las 5.000 hectáreas que generan anualmente 22.000 toneladas.
Entre los nuevos cultivos, el del mango se revela como uno de los más rentables, de ahí el auge actual de este cultivo frente a otros tradicionales.
Las plantaciones existentes han demostrado la idoneidad de esta zona para el crecimiento del mango sin especiales problemas de enfermedades o plagas, produciendo frutos de alta calidad.
Por todo ello la iniciativa de cultivar mango está en pleno auge en una amplia zona geográfica comprendida entre Málaga y Motril, y no son pocos los agricultores que han abandonado otros cultivos para pasarse a un árbol y sus frutos relativamente poco exigentes a la hora de crecer. La plantación de mango conlleva una reducción de consumo de agua de hasta en un 30 % con respecto a una tradicional plantación de aguacate, lo que, entre otras causas lo hace muy atractivo.
Junto al aguacate el mango está copando la producción de subtropicales en las más de diez mil hectáreas que hacen moverse a un sector muy activo y que genera un importantísimo volumen económico para toda la zona.
Las variedades de mango (más de 30) más solicitadas son: Kensinton, Maya, Irwin, Osteen, Ataulfo, Kent y Keitt siendo el 95% de la superficie cultivada en esta zona de Andalucía las variedades Osteen, Keitt y Tommy Atkins, aunque este último se está reconvirtiendo por el Osteen.